MENSAJE DEL PASTOR SANTANDER ORTEGA ANGULO

LA LLAVE DEL CORAZÓN

Cuando sabemos lo difícil que es el acceso a las cosas o lugares que guardan los tesoros, el extraño siempre piensa como abrir esas puertas.
El corazón humano ha sido el objeto más codiciado para descubrir. Siempre, en todo el mundo, a cada instante, para cosas distintas, el hombre busca como abrirlo.
En cambio, el Inventor del corazón del hombre, sabe perfectamente cuál es la llave que lo abre de par en par y esa llave se llama el amor de Dios.
Todos los que hemos tenido esa vivencia contamos historias desagradables de cuando no habíamos conocido esa llave. Desde pequeños, en algunos casos, fueron los seres queridos como papá y mamá, los que intentaron abrir nuestro corazón y no pudieron.
Nuestro corazón estaba bien cerrado por la rebeldía, la desobediencia, el resentimiento, la tristeza, la desesperación, el orgullo, el afán, la vanidad y tantas cosas muy desagradables y eso nos hizo llevar por la vida una cadena de altibajos y muchos fracasos.
Pero el día que el amor de Dios tocó nuestro corazón tuvimos la gloriosa experiencia de verlo abierto por el poder y la destreza de esa llave llamada el amor de Dios.

En 1ª. De corintios 13, versos 4 al 8, nos dice: “El amor es paciente, es bondadoso, el amor no es envidioso, ni jactancioso, ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue…”
Cuando conocemos que el amor de Dios es la llave que abrió nuestro corazón es cuando los demás dicen para confirmar lo que la palabra de Dios afirma en cuanto a que somos nuevas criaturas.
Mirando otro texto de la Santa escritura, en 1ª. De corintios 6: 19-20 relata lo siguiente: “¿Acaso no sabe que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes, y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños. Fueron comprados por un precio, por tanto honren con su cuerpo a Dios.
Si estamos conscientes que el amor de Dios es la llave que abre el corazón de toda persona entonces anhelemos tener esta llave del amor del Señor a través de buscar cada día más en su palabra y en la obediencia y en la oración constante y la fe; seremos muy felices con esta llave y ganaremos a muchos para el reino de los cielos. ¡Nunca la vayas a botar!

HISTORIA DE LA IGLESIA

Corrían los años setenta y la Guajira vivía una ambigua situación porque pese a su bonanza económica, derivada del comercio con Venezuela y el cultivo y comercialización de la marihuana, la situación social y, especialmente, la espiritual, era deprimente.Los pocos cristianos de la región clamaban a Dios y el Señor no tardó en dar respuesta. Fue así como la Iglesia Cuadrangulardecidió enviar misioneros para que predicaran la Palabra en este territorio habitado por indígenas nobles, árabes emprendedores y criollos trabajadores.Los elegidos para iniciar esta obra fueron los pastoresSantander Ortega Angulo y Blanca Pèrez de Ortega, junto con sus pequeños hijos Lynette, Carlene y Francisco. LLegaron aMaicao, capital comercial del departamento en una temporada de crudo invierno. Los aguaceros abundaban y lascalles permanecía llenas de lodo.Sin embargo el ánimo de los obreros no se dejó doblegar y fue así como el 5 de octubre de 1.973 dirigieron el primer culto.Asistieron 40 adultos y 10 niños. ¡El señor había comenzado a bendecir su obra!

¡QUE SI EXISTE DIOS!


¿Que si existe Dios?
La pregunta es anacrónica, pasada de moda, innecesaria, inútil, molesta, polémica. En fin, seguir haciéndola en estos días es una pérdida de tiempo para quienes creen y no creen en la existencia del Ser Supremo. Es anacrónica porque ya se hizo en otras épocas y su análisis no corresponde a nuestros tiempos. Es innecesaria porque no logrará convencer a quienes se encuentran en las posiciones extremas de hombres de fe o de incrédulos declarados. Es polémica porque polariza las posiciones de quienes aún se involucran en discusiones sobre acerca de la actuación de un poder sobrenatural y todopoderoso que rija los destinos del universo. Pero hay algo más: preguntarse acerca de la existencia de Dios es una posición altiva y extremadamente orgullosa, porque ¿Quiénes somos para certificar o negar la existencia del Ser Supremo? ¿Quién tiene credencial de notario del cosmos para atreverse a dar fe sobre un poder mayor que todos los poderes conocidos o imaginados por los humanos? Dígase lo que se diga, respóndase lo que se responda, el número de creyentes va en aumento. Los templos están recibiendo con las puertas abiertas a quienes se habían ausentado influidos por la pandemia de incredulidad y escepticismo de los años anteriores. Por fortuna hay un mensaje renovado y mensajeros estudiosos. La idea de Dios ronda de nuevo en los hogares y el respeto al Creador se hace sentir en la escuela, la empresa y los corazones. Dios nunca se había ido pero se encontraba ausente en las vidas de quienes prefirieron otras opciones de desarrollo espiritual. Pero hoy el creyente no tiene vergüenza para declararse hijo de Dios, creyente dedicado o seguidor de Jesucristo. Dios estuvo siempre con nosotros pero algunos se resistieron a verlo. Sin embargo, hoy, cuando decidieron quitarse el velo de sus ojos, lo han encontrado de nuevo en donde estuvo siempre, en su trono de amor y gloria, pero también en la vida de cada unote sus hijos. Dios es bueno y nos concede la gracia de su misericordia todos los días de nuestra vida. El gesto generoso, significativo e indescriptiblemente bondadoso de dar la vida de su hijo a favor de nosotros, nos hace pensar en un Dios bueno, dispuesto a hacer todo en nuestro favor. Es realmente maravilloso saber que contamos con semejante respaldo cada vez que uno de nuestros pies toma la delantera al otro para que avancemos hacia adelante. Cada vez que nuestros pulmones se llenan de oxígeno y podemos experimentar la sensación agradable de la vida renovada; cada vez que nuestros ojos miran hacia el horizonte lejano y se encuentran con la línea divisoria entre el azul del cielo y el borde de la tierra o del mar; cada vez que nuestros oídos atentos son acariciados por la risa tierna e inocente de un niño; cada instante en que pensamos sentimos y actuamos...podemos conocer la cercanía del Creador. Dios es amor y eternidad. Es inmensidad y misericordia. Dios es tan poderoso que no puede ser encarcelado tras los barrotes endebles de la religión. Dios está aquí, entre nosotros. En donde siempre estuvo y en donde permanecerá por los siglos de los siglos. POR: Alejandro Rutto Martìnez


lunes, 7 de junio de 2010

Qué es la evangelización

Por: Alejandro Rutto Martínez

La evangelización es un esfuerzo serio y decidido de obediencia a Dios consistente en llevar las buenas nuevas de salvación a todas las personas del mundo y en alcanzar a todas las naciones para que sean partícipes del plan de salvación ideado por Dios en beneficio de todos los seres humanos cualquiera que sea su raza, creencia, sexo o lugar de residencia.

La evangelización tiene su punto de partida en el evangelio como poder de Dios para todos los que creen y como buena noticia para la salvación de las almas.

La evangelización se lleva a cabo desde la convicción de que hay un mensaje de Dios y ese mensaje es para todas las naciones en todos los tiempos. Es un mensaje de amor, de fe en el hombre y de misericordia para con los pecadores. El eje central de la evangelización es el plan de salvación, pero dentro de éste, el epicentro es la muerte de Jesús, hijo unigénito de Dios, por nuestros pecados y su victoria sobre Satanás dada en su resurrección de entre los muertos.

Dios siente un infinito amor por los hombres y las mujeres. Un amor superior al de los hermanos por sus hermanos, al de los hijos por los padres y al de los padres por sus hijos. Hay gracia en el amor de Dios, tanta que, como lo expresa Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo , que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, , no se pierda, más tenga vida eterna”.

El evangelismo debe dar una voz de esperanza en torno a que la muerte no es el fin de todo y hay algo, algo muy importante más allá de nuestros días finales como seres vivos en la tierra.

Tenemos la esperanza de que Jesús, victorioso y decidido, vendrá de nuevo, en esta ocasión con una finalidad bien distinta a la del benevolente predicador de Galilea que fue crucificado como tributo por los pecados de toda la humanidad. La venida de Jesús es cierta, tan cierta como lo anuncia el libro de los Hechos en el capítulo 1, versículo 11: “…varones galileos, ¿Por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.

El evangelismo debe enseñar también que hay un día final en el que habremos de comparecer ante el tribunal de Dios a dar cuenta de nuestros actos en la prueba postrera y máxima a la que seremos sometidos antes de recibir el veredicto que, de ser favorable, nos permitirá morar en presencia de Dios a través de la eternidad.

Hay un maravilloso e inequívoco mensaje de esperanza y de salvación y el Señor quiere que sea compartido con todas las personas. Por esta razón debemos ser partícipes del programa de evangelización a todas las naciones, a todos los pueblos, a todas las personas.

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